Rosario, 29 agosto, 2022

Otro modo de gestionar con otres.

Por Mecha Nuñez (La Morada)

El 2022, luego de las restricciones que nos atravesaron, nos encuentra nuevamente con la posibilidad de realizar el Ciclo Teatro Transgénico, recibir elencos en La Morada, compartir, y sobre todos, abrir las puertas del teatro para que los espectadores conozcan otras maneras de producir escena.

Nos moviliza la necesidad del encuentro, la peripecia del camino y la convicción de que es siempre con otres. Otras agrupaciones, otras instituciones, otros elencos, otras formas de hacer teatro. Confiando en que en la diversidad y la diferencia siempre vamos a encontrar puntos de contacto para afianzarnos y seguir.

Hacer teatro es hacer muchas cosas. Desde el escenario, desde afuera en las áreas de diseño o técnicas, en la difusión, la escritura, la limpieza; también sosteniendo un espacio para contener la actividad y tantas, tantas otras actividades que hacemos los que “hacemos teatro”. Con el equipo que gestiona La Morada, encontramos una nueva: abrir la casa para multiplicar ese encuentro entre escena y espectadores. Esto nos convoca a más acciones como invitar, recibir, alojar y acompañar; también a conocer, a indagar, a dialogar y compartir. Esto, también nos exige otros tiempos, otras estrategias, pero siempre nos deja mucho más.

Desde comienzos de este siglo XXI gestionamos el Ciclo llegando a la 16ª edición este año. Teatro Transgénico, que juega con la genética y los genes; también es metáfora para las dramaturgias propias que se producen desde el elenco o que se proponen interpelar textos. Transgénico que nos invita a jugar con las palabras: transgredir, transformar, trasfigurar y también transgénero (teatral) o transdisciplinar. Este prefijo invita al movimiento, a no quedarse con lo conocido, a atravesar, traer lo propio y apropiarse de lo ajeno.

Pasaron restricciones, suspensiones, tiempos de pérdida, de duelos y de cambios, ahora vamos trasponer esos tiempos… siempre entre otres.